No más miedo a las grasas

Quizás muchos, o me atrevería a decir que todos, en algún momento hemos llegado a escuchar que las grasas son perjudiciales para nuestra salud. Y esto esta alejado de la realidad, además de que es una información a contrastar por lo que también dependerá de donde vengan las mismas. Pero para entender por qué se ha convertido en una creencia falaz debemos ir al inicio.

¿De dónde nace esta información sin matices que demoniza las grasas?

Todo comenzó en 1950, en esta década hubo una ola de infartos cardíacos en Norteamérica, lo llamativo era que se daba en hijos de padres que nunca habían sufrido ese tipo de enfermedades y en hombres de mediana edad.

En 1955 el mismo presidente de EE. UU D. Eisenhower sufrió un infarto con lo que la histeria se convirtió en pánico en la sociedad. Se tenía la sensación de crisis, de urgencia por descubrir las causas de la enfermedad cardiovascular.

Un investigador llamado Ancel Keys sugirió que la causa estaba en las grasas saturadas y que esto explicaba los hechos fácilmente. Es decir, al aumentar los niveles de colesterol se obstruyen las arterias y se genera el infarto.

Keys al presentar su hipótesis, obtuvo financiación y se comenzó a estudiar, pero la comunidad científica comenzó a hablar de ello como si fuese algo cierto y que solo debía ser confirmada. gracias a los avances de en la tecnología médica, se llevaron a cabo estudios de anatomía, que revelaron, que en las arterias obstruidas de diversos pacientes había depósitos de grasa. Palabra que se convertiría desde ese momento en el terror de la población.

Tal temor incentivo una investigación llamada “el estudio de los 7 países” realizado por el biólogo estadounidense, doctorado en fisiología Ancel Keys.

Su investigación fue publicada en 1968, y aquí es donde la cosa se pone chunga, y es que esto se convirtió en una especie de biblia alimentaria en el mundo.

Sin embargo, muchos críticos del trabajo de Keys tenían la misma interrogante, si realizo su estudio en mas de una veintena de naciones, porque solo incluyo siete en su texto final.

A día de hoy muchos se preguntan ¿habría algún tipo de presión por la industria alimentaria o farmacéutica de aquel momento? Probablemente moriremos con esta interrogante. Lo que si es cierto es que Keys en dicho estudio buscaba demostrar que en los países donde se consumían una mayor cantidad de grasas, había también un mayor número de enfermedades cardiovasculares.

A pesar de este grafico Keys construyó los hechos que validarían su hipótesis.

Sin embargo, hay países que no aparecen, como Francia y Finlandia pero que poseían el mismo consumo de grasa. Finlandia tenía elevados eventos cardiovasculares y Francia tenía muy bajas cantidad de infartos.

¿Que nos da a pensar esto? Que solo se seleccionaron los países con resultados que encajaban en su teoría.

Hoy en día hay suficiente evidencia y estudios que respaldan como el consumo de grasa es necesario para múltiples procesos de nuestro cuerpo, cuestión que podríamos profundizar en otro momento, pero para hacerles la historia corta, luego de este estudio su teoría se hizo tan popular que salió en la revista TIME.

En esta mostraba el esquema alimentario que el proponía, consistía en 2300calorias, los cuales se basaban principalmente n carbohidratos como el azúcar, pasta, pan, y otros aportaban un 69% de la dieta.

¿Suena un poco descabellada esta recomendación para toda la población general no? Teniendo en cuenta que ya en aquel tiempo había un gran porcentaje de población sedentarismo en la población. Sin embargo, estos hallazgos sirvieron como fundamentos para otros estudios, hasta que en 1977 fue publicado el documento “Dietary Goals for the United States”

En este momento se llegó a la siguiente conclusión, si las grasas “tapan las arterias” y tienen mas calorías, que los carbohidratos y proteínas, “HAY QUE BAJAR EL NUMERO DE CALORIAS EN LA DIETA” a partir de ahí se creo todo este miedo por las grasas, provenientes de los lácteos enteros, el aceite de oliva se recomendaría en su justa cantidad, la industria alimentaria a tratar de quitarle las grasas a los alimentos para así poderlos llamar light, sin embragó al quitar este componente esencial, los productos sabían terrible por lo que a algún genio, siendo lo más sarcástica posible, se le ocurrió agregar azúcar a todo para así mejorar su sabor.

Por lo que hoy por hoy te digo, no temas mas a las grasas, estas proporcionan ácidos grasos esenciales que ayudan a administrar vitaminas solubles en grasa y a mantener las hormonas sanas y son una valiosa fuente de energía.  El aceite de oliva virgen extra los frutos secos de snack, los quesos como guarnición, el aguacate como perfecto complemento en cualquier preparación y el pescado azul, son solo algunos de los alimentos que potenciaran nuestra salud.

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